¿Tu lavadora no exprime? aquí te contamos las posibles razones que podrían causar que tu lavadora dejara de exprimir
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Te preparas para tender la ropa y te encuentras con un montón de prendas chorreando agua. La frustración es instantánea: la lavadora no ha exprimido. Antes de que cunda el pánico y empieces a buscar una lavadora nueva, respira hondo. En muchos casos, la solución es más sencilla y económica de lo que imaginas.
En este artículo, te guiaremos a través de las razones más comunes por las que tu lavadora ha decidido no centrifugar, desde los problemas más simples que puedes solucionar en minutos hasta averías que podrían requerir una pieza de repuesto.
Antes de desarmar la máquina, empecemos por lo básico. Muchas veces, la causa del problema no es una avería, sino un pequeño descuido.
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Carga Desequilibrada: Si has lavado una sola prenda pesada, como una toalla grande o un albornoz, es probable que se haya ido toda a un lado del tambor. Los sensores de la lavadora detectan este desequilibrio para evitar vibraciones violentas y detienen el centrifugado por seguridad.
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Solución: Abre la puerta, redistribuye la ropa de manera uniforme y vuelve a iniciar el ciclo de centrifugado.
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Manguera de Desagüe Doblada o Atascada: Al igual que el filtro, si la manguera por donde sale el agua está doblada o atascada, impedirá el correcto vaciado.
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Solución: Asegúrate de que la manguera de desagüe no esté aprisionada detrás de la lavadora y que no tenga dobleces pronunciados. Desconéctala de la toma de agua y comprueba que no haya ninguna obstrucción en su interior.
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Averías Comunes y los Repuestos que Podrían Salvar tu Lavadora
Si has descartado los problemas anteriores, es posible que la causa sea una pieza defectuosa. Aquí te explicamos cuáles son las más habituales y qué función cumplen.
1. El Interruptor o Blocapuertas
Este es un sistema de seguridad fundamental. Si la lavadora no detecta que la puerta está perfectamente cerrada y bloqueada, no iniciará el centrifugado para evitar accidentes.
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Señales de fallo: La lavadora no inicia el ciclo de centrifugado, o se detiene a mitad de camino. En algunos modelos, puede aparecer un código de error en la pantalla.
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El repuesto: Afortunadamente, el blocapuertas es una pieza relativamente económica y, en muchos modelos, fácil de sustituir.
2. La Bomba de Desagüe
Si ya has limpiado el filtro y el problema persiste, es posible que la propia bomba de desagüe esté averiada. Su función es impulsar el agua fuera de la lavadora.
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Señales de fallo: Escuchas un zumbido procedente de la bomba, pero el agua no se evacua. O, por el contrario, no se oye ningún ruido.
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El repuesto: Cambiar la bomba de desagüe es una reparación de dificultad. Si no te sientes seguro, es mejor llamar a un técnico.
3. La Correa de Transmisión
Como en un coche, la correa de transmisión conecta el motor con el tambor para que este gire. Con el tiempo y el uso, puede desgastarse, aflojarse o incluso romperse.
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Señales de fallo: El motor de la lavadora funciona (lo oyes), pero el tambor no gira o lo hace con muy poca fuerza. Si abres la puerta y puedes girar el tambor con la mano sin ninguna resistencia, es muy probable que la correa sea la culpable.
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El repuesto: La correa es otro repuesto asequible. Sustituirla implica retirar el panel trasero de la lavadora.
4. Las Escobillas del Motor
En los motores de tipo universal (muy comunes en lavadoras), las escobillas son unas piezas de carbón que transmiten la electricidad al motor. Con el uso, se van desgastando.
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Señales de fallo: La lavadora no tiene fuerza para girar el tambor, especialmente durante el centrifugado. A veces, pueden producirse chispas visibles en la zona del motor.
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El repuesto: Las escobillas son económicas, pero su sustitución requiere desmontar parte del motor, por lo que se recomienda la intervención de un profesional si no tienes experiencia.
5. El Condensador de Arranque
En algunos tipos de motores, el condensador proporciona el impulso inicial para que el motor empiece a girar con fuerza.
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Señales de fallo: El motor intenta arrancar (puedes oír un zumbido), pero no es capaz de girar el tambor por sí solo. Si le das un pequeño empujón al tambor con la mano, puede que empiece a girar.
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El repuesto: Es una pieza fácil de encontrar y no suele ser cara. Su cambio es relativamente sencillo para alguien con conocimientos básicos de electricidad.
6. La Placa Electrónica
Es el "cerebro" de la lavadora. Si la placa electrónica falla, puede que no envíe la orden de centrifugar al motor.
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Señales de fallo: La lavadora no responde a ninguna orden, o los ciclos se interrumpen de forma aleatoria. Es una de las averías más complejas de diagnosticar sin la ayuda de un técnico.
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El repuesto: Este es uno de los repuestos más caros. Antes de cambiarla, un profesional deberá confirmar que el fallo reside aquí y no en otro componente.
¿Cuándo Llamar a un Profesional?
Aunque algunas de las soluciones son sencillas, si no te sientes cómodo manipulando componentes eléctricos o desmontando tu lavadora, lo más sensato es llamar a un servicio técnico cualificado. Intentar una reparación sin los conocimientos adecuados puede agravar el problema o, peor aún, suponer un riesgo para tu seguridad.
Esperamos que esta guía te haya sido de utilidad para diagnosticar el problema de tu lavadora. ¡Y recuerda, en DRN Services Margarita contamos con mas de 20 años de experiencia y con los repuestos necesarios para resolver cualquier tipo de problema con tu lavadora, secadora, nevera, o cualquier tipo electrónico de linea blanca que necesites!